Primero hablemos un poco sobre el tolueno. El tolueno es un líquido incoloro que cuenta con un olor muy fuerte característico: se obtiene de forma natural en el petróleo crudo y del árbol tolu, que es de donde sale su nombre. Se produce generalmente durante la manufactura de la gasolina y es derivado del benceno. A pesar de que por su origen pareciera de usos muy complejos lo podemos encontrar en diferentes áreas: como disolvente de aceites, resinas, caucho natural, alquitrán de hulla, asfalto, brea, etc., como disolvente de pinturas y barnices, se utiliza en la fabricación de detergentes y cuero artificial y finalmente en pegamento de contacto.
Debido a que es un químico fuerte se recomienda utilizarlo en áreas bien ventiladas y con la protección adecuada.
Ahora cuando hablamos de la sosa cáustica nos remitimos a una sustancia dañina, muy peligrosa que puede quemar la piel al contacto, sin embargo a diferentes concentraciones incluso es utilizado en la industria gastronómica. La sosa cáustica, como hemos dicho, directamente al contacto con la piel la corroe, por lo que se recomienda disolverla en agua; es muy utilizada en la industria manufacturera para hacer papel, tejidos y detergentes. En los hogares puede utilizarse para destapar cañerías.
La sosa es una excelente solución para absorber la humedad del aire, así también al ser mezclada con agua libera la suficiente cantidad de calor para para encender materiales combustibles; generalmente se utiliza en una solución al 50%. En el hogar se utiliza en diferentes aspectos: las aceitunas verdes son aceitunas que no han concluido su proceso de maduración, por lo que el sabor es demasiado amargo, sumergirlas en un baño de sosa cáustica ayuda a que la superficie sea más permeable y que reciba mejor el baño de salmuera que finalmente les da ese sabor salado. En Noruega, al salmón se le hace un baño de sosa cáustica al 2% para lograr que se ablande y posteriormente se cocine al gusto.
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