La cama es uno de los mejores amigos para la salud: nos brinda
un lugar para descansar durante al menos un tercio de nuestras vidas y, siendo
el descanso una clave para la salud, la cama también lo es. Sin embargo, muchos
de nosotros conservamos la base de cama de nuestra infancia y al colchón solo
de damos vuelta periódicamente cuando comienza a incomodarnos, sin saber cuándo
es el mejor momento para reemplazar nuestra vieja cama por una nueva y más
cómoda.
Al pensar si es buen momento para comprar una cama nueva,
debemos preguntarnos si pasamos las noches dando vueltas, tratando sin éxito de
encontrar una posición cómoda o si nos levantamos en la mañana cansados y con
dolor de espalda. Además, si la cama es demasiado pequeña para una o dos
personas, se notan bultos o resortes en el colchón, cruje cuando nos movemos,
rodamos hacia un lado de la cama sin proponérnoslo, la base está desigual,
combada o tiene las patas desgastadas, es hora de buscar una cama nueva.
Los colchones y bases de cama se mantienen en buenas
condiciones durante alrededor de 10 años, aunque pueden estropearse antes si
soportan mucho peso. Difícilmente se puede asegurar que cierto tipo de
colchones restonic son los más adecuados, ya que el descanso depende de los
gustos y preferencias personales, es decir, algunas personas descansan mejor en
colchones blandos, mientras que otros necesitan mayor firmeza.
Los colchones constan de varios componentes, primero el cutí
o tela que lo recubre y tenemos a la vista, debajo de esta hay varias capas de
tejido acolchado que le dan la comodidad que necesitamos, pero que además
permiten que la humedad de nuestro cuerpo sea liberado; la tercera sección da
estabilidad y firmeza al colchón y se forma por resortes helicoidales en
espiral, aunque existen otros tipos de soportes internos.
Entre más resortes
tenga un colchón serán más resistentes.
Sin embargo, por muy bueno que sea un colchón, solo nos dará
la comodidad deseada si tiene una base adecuada, ya que esta actúa como un
amortiguador que ayuda a que el colchón dure más tiempo.
Debemos evitar comprar colchones de segunda mano o aceptar
que nos regalen colchones viejos, aunque “estén buenos”, ya que tienen
impregnado el sudor y escamas de la piel de los antiguos propietarios, además
de que pueden estar llenas de ácaros que pueden desencadenar reacciones
alérgicas en nuestra piel.
Al adquirir nuestra cama nueva, debemos buscar la relación
costo/beneficio, ya que es un producto en el que pasaremos gran parte de nuestro
tiempo y un descanso inadecuado puede causarnos graves repercusiones a la
salud.
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